jueves, 6 de febrero de 2014

Las in nombradas

Cuando era niña solía preguntarme por qué la palabra hombre era sinónimo de de ser humano, la mayoría de las personas me decían que era una forma de practicidad en el lenguaje, ¿practicidad? Si, una forma de ser breve cuando se escribe o se habla de algo... Pero ¿Por qué lo masculino predomina en el idioma castellano o español? ¿Por qué la multitud o mayoría es masculina en nuestro lenguaje? Desde pequeños y pequeñas nos inculcaron la idea de que lo plural siempre era masculino si era mixto, dejando a un lado lo femenino por ser "innecesario" nombrar a los dos géneros en una conversación, de ahí yace el problema de la inequidad de género, la violencia contra la mujer y la subestimación de ésta. Es increíble notar de que el simple lenguaje puede desencadenar tantos problemas.

Fuente de la imagen: Hoy digital
La mujer desde tiempos remotos ha sido ignorada y subestimada por la mayoría de la sociedad, remitiéndola a efectuar el rol de madre, esposa y personaje débil aun cuando existe un doble discurso acerca de eso, mostrando que la mujer es la jefa de la casa y figura dominante en la familia,  pero eso es solo un espejismo la mujer hasta ahora es considerada como un objeto, alguien hormonal y una especie de desvalida que no necesita "ser comprendida sino amada", existen tantas cosas que segregan a la mujer que  hasta hoy no pasamos por alto y seguimos  irrumpiendo en ese problema que ahora se convirtió en una bola enorme de nieve, con esto no quiero desmerecer el rol de madre de las mujeres pero tenemos que entender que ser madre es una opción y no una imposición.

La educación aún sigue siendo sexista diferenciando al hombre y a la mujer por prejuicios de género construidos desde hace mucho tiempo, aunque suene muy paternalista o maternalista NO SE PUEDE DEJAR DE NOMBRAR AL HOMBRE Y A LA MUJER en los libros, textos escolares y cualquier material de lectura, empecemos a pensar en masculino y femenino y rompamos el mito de que la palabra hombre es sinónimo de ser humano porque no lo es, hombre es un género, igual que la mujer, y ser humano, es hombre y mujer.

Así que tomense el tiempo de nombrar a los dos porque en este mundo vivimos tanto hombres y mujeres y aun cuando grandes eruditos y eruditas de la lingüística  pongan de pretexto cualquier motivo por el cual se nombra y se generaliza en masculino. Hay que tomar en cuenta de que si queremos que exista equidad de género tenemos que empezar a nombrar a la mujer y al hombre, aun cuando sea tedioso y largo en escribir o hablar.

¿Queremos que la mujer sea tomada realmente en cuenta en la educación? Pues dejemos los prejuicios y veamos a la persona y a su esencia que da vida a cualquier espacio.

Asi que educadoras y educadores y público en general, hagamos un hábito tomar en cuenta al hombre y a la mujer cuando impartimos nuestra clase o escribimos algún texto.

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