La televisión ya es parte de nuestras vidas, nos entretiene, educa pero la mayor parte de las veces nos emboba; plagada de programas musicales, de farándula, periodismo amarillista, comerciales sexistas y un montón de cosas que no terminaría de escribir y cuestionar.
En nuestro contexto, si una persona no tiene televisión por cable la diversidad de canales se limita a doce los cuales en su mayoría carecen de una programación que forme en las personas el sentido crítico; puedo decir que el canal universitario y el canal de tv boliviana presentan documentales interesantes y programas que fomentan la cultura boliviana y latinoamericana, sin embargo, les sigue faltando algo.
Los programas musicales están atiborrados de artistas reggaetoneros, cantando sobre sus relaciones amorosas y sus deseos que tienen hacia las mujeres, las cuales aparecen en sus videos siempre voluptuosas, siempre sensuales... Yo no estoy en contra de la sensualidad o de las canciones de amor, estoy en contra de la vulgaridad y la cosificación de la mujer en estos videos y canciones de este género musical. Es interesante ver cómo niños y niñas canturrean los coros y bailan al son de esas canciones muy populares, sin embargo, ¿En qué beneficia esto a los niños y niñas? ¿Les ayuda en su desarrollo cognitivo o en su pensamiento crítico? Pues no, embrutece las mentes y desde allí empieza la segregación y violencia a la mujer, mostrándola como un objeto y un pedazo de carne que siempre tiene que estar bonita para los demás. Es verdad, la tele es uno de los principales factores que promueve la violencia a las mujeres ¿por qué? Por las cosas que dije antes, la tele muestra a ideales falsos de estética que provocan una disconformidad en su audiencia quienes tratan de ser como esos personajes y se van olvidando de ellos o ellas mismas...
Es fácil dejar a nuestros niños y niñas con el televisor prendido, para que no nos estorben y esten callados (as) mientras nosotros (as) estamos ocupados en nuestras faenas. ¿La televisión educa? Si y no, depende que quieras aprender, existen documentales de historia, cultura y ciencia los cuales son interesantes pero no todo el tiempo los emiten y lamentablemente no es para todo público, los niños y niñas no siempre están entretenidos con estos documentales y ese es un buen campo que se debiera explotar en nuestro medio, una forma dinámica de mostrar las maravillas de nuestro mundo. La televisión no educa en su mayoría del tiempo, mas bien,
distrae , no inspira a investigar y ayudar a nuestra sociedad, muestra problemas y no soluciones...
Entonces, ¿Queremos que nuestros hijos o hijas tengan en su aula una televisión? Difiero con la idea de algunos centros de educación inicial que tuvieron la ocurrencia de implementar en sus aulas televisores plasma con el objetivo de "mejorar el desarrollo integral del infante", la verdad, no sirve para la formación del niño o niña tener un televisor en el aula y más cuando ponen a canales musicales con el pretexto de alegrar la clase. Puede existir una sala de video la cual emita programas educativos que refuercen la lección que están aprendiendo pero tampoco sin exceder con el tiempo, yo sugiero un tiempo máximo de 45 minutos y después, se debe organizar actividades que ayuden a evaluar la clase junto con ellos y ellas.
Maestros y maestras, especialmente de educación inicial, es una comodidad tener un televisor en clase pero es un veneno para sus estudiantes, a veces existen quejas acerca de ellos con respecto a su desempeño en clase pero ¿Realmente a quién debemos culpar? ¿Vamos a alegrar la clase con música y videos que emboban o vamos alegrarla con actividades que promuevan la creatividad y el deseo de aprender más cosas? Depende de ustedes tener una clase dinámica y hermosa que no canse ni a ustedes ni a los niños y niñas.
¡Que tengan un buen comienzo de semana!
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